lunes, 7 de septiembre de 2009

Un ratón con intolerancia a la lactosa, un lobo judío y una abeja alérgica al polen.

3 comentarios:

YYOSOYYO dijo...

el lobo, tendrá que matar a la oveja con los colmillos de una sola mordida en la yugular y esperar a que derrame toda la sangre, (vera mientras a los cerdos en silencio y con ansias) y la compartirá solo con aquellos que estén debidamente circuncidados; el ratón comerá solo granos, fruta seca y su cerebro será más veloz con menos colesterol, la abeja simplemente morirá por ser diferente a su naturaleza...

Fran Loud dijo...

La abeja desarrollará un sistema metabólico particular por el que podrá comerse toda la lactosa que deje el ratón. Siempre puede haber un final feliz.

YYOSOYYO dijo...

en un mundo raro