domingo, 28 de marzo de 2010

Hoy he ido al bar y he pedido un café con leche. Me lo han puesto en una taza. He pensado en todas las personas que han bebido de esa taza. He pensado sobretodo en las que también bebieron café con leche. Me he sentido especialmente cercana a las que no le echaron azúcar. Y me los he imaginado a todos bebiendo de mi-nuestra taza. A la vez. También me he preguntado si eso nos conectaba de alguna manera. He querido saber quiénes eran. cuántos. qué pinta tenían. si había algun compañero de taza allí mismo conmigo, en el bar.

Yo normalmente solo pienso en el café. No me fijo en la taza. La ignoro. Y me han entrado ganas de hacerle caso. y he intentado pensar qué cosas podríamos hacer juntas. también me han entrado ganas de poner mis llaves dentro. o el móvil o mi libreta (por generar cercanía). pero no me ha dado tiempo a nada. la camarera ha sido más rápida. se la ha llevado. y ha dejado de ser mi taza. las relaciones son frágiles.

2 comentarios:

x dijo...

Yo tengo la taza del SÍ. Tiene un YES muy grande con un arco iris de colores dibujado. De hecho tengo dos, igualitas, esperando para un desayuno romántico.

x dijo...

de alicia kopf, un beso primaveral.