martes, 24 de febrero de 2009

Y no pestañear nunca más

Todos tenemos unas reglas debajo de la piel. Las usamos sin saber que las estamos usando, igual que los glóbulos rojos o las plaquetas. Cuando pierdes esas reglas ya no puedes medir las cosas y aunque sabes qué son y puedes decir sin equivocarte que “eso es una silla”, no comprendes el tamaño que tiene esa silla. Tú solo la ves y sabes que sirve para sentarte. Pero nada más. Todo tema relacional se vuelve abstracto e incomprensible. Las cosas siguen existiendo juntas pero tú solo puedes ver una a la vez. Entonces miras encima de la mesa y lo ves todo separado por pestañeos: primero una mesa, luego el boli, la silla, los folios, la lámpara.... Nunca todo a la vez. No es que todo vaya más despacio ni nada. Solo es que percibes las cosas separadas.

Al principio no hay mucho problema porque te acuerdas de como era todo antes de perder las reglas y sabes que es solo una percepción. Es cuando te olvidas que empieza lo peligroso.... porque..... puedes querer coger a un elefante en brazos y acabar aplastado...... puedes llegar a creer que las cosas están realmente separadas y sentirte triste por ellas.....
puedes enamorarte y tener la tentación de mirarl por última vez y para siempre; y arrancarte los párpados para no tener que cambiar de plano nunca más. Sería como estar ciego pero en lugar de negro verías la misma foto congelada todo el tiempo.

No hay comentarios: