sábado, 27 de noviembre de 2010

YO NO QUIERO PENSAR EN TI CADA VEZ QUE ME METO EN LA CAMA, PERO CÓMO LO HAGO SI ERES UNA OVEJA...



Ojalá tus padres hubieran quitado las vocales a tu nombre. Así podría escupir cada vez que te llamara.

viernes, 19 de noviembre de 2010

la niña disfrazada de cactus (para no quedarse calva)

Yo podía usar alfileres, pero no agujas.

Mi abuela me decía que eran peligrosas porque si te pinchas y se clavan dentro, no hay nada que las detenga. No es como si te clavaras un alfiler. A un alfiler siempre le queda la cabeza fuera. con una aguja tienen que rajarte para sacarla.
Yo me imaginaba a mi aguja vagando por el cuerpo, en mis venas, arrastrada por la sangre. No me asustaba. ¿Qué podía hacerme? ¿Pincharme? Total, por dentro era todo sangrante, no venía de ahí. bueno, sí que había algo que me preocupaba un poco. no quería que mi aguja se paseara por el cuerpo cabelludo y se enredara en el pelo; ni que lo arrancara todo y lo usara para coserme por dentro.

Por eso obedecía. por si acaso. Me construía disfraces y sujetaba los retales y las piezas con alfileres. Intentaba inventarme siempre uno nuevo, aunque al final siempre tenía la sensación de estar disfrazada de cactus.

viernes, 12 de noviembre de 2010

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Esta mañana me he levantado y al final del cuello tenía la mano derecha y mi cabeza colgaba de la muñeca.

Cada vez que hablo tengo que acordarme de levantar la mano porque si la dejara relajada parecería que mi voz me sale de los genitales.

Cuando le doy la mano a alguien me reverencio al mismo tiempo. Eso gusta mucho a los japoneses.

A parte de eso, nada ha cambiado.