viernes, 15 de octubre de 2010

colgando como mortadelas

Estoy tan cansada que me parece que los conductos del oído no van a poder seguir resintiendo la gravedad. De un momento a otro van a ceder y empezarán a resbalarse hacia abajo, rozándome las mejillas por dentro, pasando junto las amígdalas, el esófago... despeñándose por abductores y bíceps. Cayendo hasta llegar a la planta del pie, que es donde se acaba el cuerpo. Me parece también que se van a quedar para siempre ahí, colgando como dos tetas viejas.

1 comentario:

lucia dijo...

mi alma se fué para allá abajo...