viernes, 15 de enero de 2010
Límites.
Dejaré que decida un plato de sopa. Voy a comprarme un paquete de pasta de letras. A ver todo lo que puedo decirte con eso. Voy a ir colocándolas ordenadamente encima de un folio. Voy a tirar a la basura todas esas X Y Z W Q que me han sobrado. Voy a meter el mensaje dentro del puchero. Voy a congelarlo cuando esté listo. Voy a servírtelo poco a poco. Aunque no te enteres de nada.
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1 comentario:
eso parece ser mas una consulta, al Oráculo, que provenga desde el fondo del corazón, ya que cocinar para otro es llenarlo de lo que uno trae, (guisado y condimentado)
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