El pelo debería caerse en grupo; haciendo piruetas.
Las peluqueras serían también coreógrafas e iríamos al teatro a admirar la pérdida del cabello, la fuerza de la gravedad. Durante los aplausos alguien gritaría ¡VIVA LA ALOPECIA!
Después de la quimio nos iríamos a ensayar a la barbería. Aprenderíamos a que el pelo se nos cayera formando trenzas.
No habría bolas de pelo en las esquinas. Las hormigas llevarían pelucas. Como en el siglo XVIII.
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3 comentarios:
Joder, cómo echaba todo esto de menos.
El viernes hay cena con los que se rifa bodas. El domingo si no, Ester y yo vamos con mil maricas al skating, a patinar sobre hielo. Venga ven a algo. Y hagamos CABINET. Claro.
ni media broma con el pelo que se cae
donde estabas?? empezaba a preocuparme!!
nos vemos la semana que viene??
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