Yo quiero ser un caramelo. Pero
-Si me visto con celofán, sudo.
-Si no lo hago, no podré engañarte para que pienses que soy un caramelo. Entonces seguirás sospechando que soy un ser humano. También corremos el peligro de creer que soy un chicle pegado al asfalto.
martes, 30 de marzo de 2010
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